viernes, 7 de septiembre de 2012

Sigue tu propio criterio

FABULA.
Era un padre que llevó a su hijo a aprender su oficio, pues el se dedicaba a recorrer los pueblos con su borrico en el que llevaba cacerolas, vasijas, telas.....
Ya cuando ya iban de vuelta a su pueblo, después de terminar la jornada, el padre se fijo en su hijo y le dijo te veo cansado, monta en el borrico, y le contestó bien padre, en esto se encontraron con dos personas, y oyeron comentar,, ¿te has fijado que iba le hijo en el borrico y el padre caminando.
En esto el padre dijo, baja que monto yo, bajó el hijo y cuando ya estaban a las afueras de su pueblo, se encuentran con varias personas, y murmuraron, el padre encima del borrico y su hijo con lo joven que es caminando. El padre comentó vamos a poner todas las cosas que llevamos encima del animal, y así nosotros vamos caminando, pero la llegar a la plaza de su pueblo, unos vecinos cuchicheando que pena de animal, está cargado de cosas y ellos con las manos colgando.

MORALEJA:
Sigue tu propio criterio y no hagas caso de lo que los demás digan.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Nunca llueve a gusto de todos

Era un hombre que tenía dos hijas las cuales estaban casadas. Pensó muy a hacerlas una visita a ver como están. Visitó a la mayor, estaba casada con un alfarero, ¿hola hija que tal te va? ella le respondió bien papá tenemos muchos encargos y le mostró lo que tenían, estaban en una gran mesa, esperando para meterlos ya ne el horno, el  padre le dijo hija que precioso, ella le contestó hacia falta que saliera el sol para que secaran bien y así cumplir con el encargo en el tiempo prometido. Su padre se despidió de ella. Fue a ver a la pequeña de las hijas, estaba casada con un hortelano, el cual tenía un inmenso terreno. ¿Hola hija como estás? bien le respondió, acabamos de plantar patatas y algunas verduras, acompañó a su hija la cual le enseño lo que habían plantado, y ella le comentó a ver si llueve pues si no perderemos toda la cosecha. Su padre se despidió, y pensativo se fue para su casa.
Esto demuestra que nunca llueve a gusto de todos.